Casi siempre paso a tomarme un café todas las mañanas por su casa y paso a saludarlo. A veces está durmiendo y no lo levanto. Pero ese día lo levanté para informarle de la muerte de Freddy Beras Goico. Le dije: papá, murió Freddy Beras Goico. Me dijo: "No me digas, qué pena! yo había leído que estaba muy mal. Yo lo quería mucho y él a mí. Dilia, quiero ir a su velorio. Manténme al tanto cuando lo traigan al país, porque yo quiero ir y ver a su familia." Luego conversamos sobre otros temas familiares. Y lo dejé muy bien. Animado, como siempre. Como él decía cuando le preguntaba cómo estaba y me respondía: "como un cañón de agua dulce".
Luego vino la llamada del sábado a las 6:10 a.m. Me informan que mi papá se cayó y que no se veía bien. Fui inmediatamente a ver qué pasaba. Qué horrible impresión me llevé.
Llamé una ambulancia inmediatamente. Me trasladé con él a Corazones Unidos, pero el tomógrafo estaba dañado y el doctor que atendía en emergencias me dijo: Llévenlo urgente para que le hagan una tomografía porque tiene una lesión cerebral grave.
Salimos de ahí y fuimos a donde está ahora internado. El golpe le produjo una hemorragia masiva en el cerebro.
Se está debatiendo entre la vida y la muerte.
Papá es un hombre que ha librado muchas batallas. Él ha pasado por otras situaciones delicadas, pero nunca como esta. Creo que su buen estado de salud, en sentido general lo ha favorecido mucho.
Papá no se vence fácil. A él le gustaba vivir.
Yo no sé lo que pasará. Lo único que puedo decir es que la espera me llena de angustia. "Fé y paciencia" me dice el doctor que debo tener. Uff... qué fácil decirlo y qué difícil aplicarlo.
Estoy viviendo como en una montaña rusa: triste..... esperanza.... triste.... miedo.....esperanza....triste.....pena......triste...miedo.....esperanza.....triste.....
Hoy me he sentido como si estuviera viviendo una película. Cuando logro dormirme y abro los ojos se me aprieta el corazón porque recuerdo que es una realidad lo que estoy viviendo y ahí vuelve la tristeza y la esperanza y el miedo y la tristeza de nuevo.
Sin embargo, la vida sigue su agitado curso. Las niñas tienen colegio, tienen exámenes, las audiencias siguen, los clientes entienden pero esperan respuestas.... y yo trato de hacerlo lo mejor posible.
Yo creo en Dios. Lo único que le pido a Dios en este momento es que tenga misericordia de mi papá, que se haga Su voluntad y que me de la fortaleza para enfrentarla. Y tengo que recordar que todo eso sucederá en el tiempo de Dios, no en el mío.
Hola amiga! Tenia tiempo sin escribirte, pero luego d leer esto me has conmobido y creeme q no soy yo solo. Tu padre es fuerte y tiene una familia poderosa q lo apoya y ayuda en todo. Mis oracions no paran, creeme q siento tu dolor.
ResponderEliminarLuchador incansable igual a la hija, solo espero y tengo fe y plena conviccion que pueda darme lo que le pedi.
ResponderEliminarDilia, no te preocupes, que todo va a estar bien.
Erie(palabra jamaiquina)
fuerza, fuerza y mas fuerza. con Dios delante todo saldra bien :)
ResponderEliminarFuerzas Dilia! Los de siempre estamos con ustedes. Wanda Peña.
ResponderEliminarHace días descubrí que tenias un blog, pero por muchas razones no había podido entrar a leerte, y me encuentro con este Post, yo estoy pasando lo mismo casi que estas describiendo en tu escrito mi madre de una edad avanzada y te entiendo exactamente, la vida alrededor continua y uno con esa sensación de que pasara mañana, hasta cuando Dios nos dará la oportunidad de tener nuestro familiar vivo, mi madre gracias a Dios esta un poco mejor y espero que tu Padre también este mejor, solo nos queda confiar en Dios y esperar, un abrazo...!!
ResponderEliminarGracias por tu comentario Tere. Papá también está un poco mejor, en el sentido de que no está conectado a ninguna máquina para mantenerse vivo, aunque sigue en coma. Desde ayer viernes 17 de diciembre está en su casa ya. Espero que tu mamá siga mejorando y que el mío también :) Dios definitivamente está en control. Un abrazo!
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