miércoles, 20 de junio de 2012

"Política, comunicación y credibilidad" Conferencia de Gustavo Alegret

El pasado miércoles 13 de junio tuve la oportunidad de asistir a la conferencia "Política, Comunicación y Credibilidad" del periodista Gustavo Alegret  en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Recinto Santo Domingo.

El título de la conferencia me llamó mucho la atención, sobre todo porque acabamos prácticamente de salir de unas elecciones, donde, entre otras muchas cosas, la comunicación jugó un papel muy importante.

El Sr. Alegret dijo algo interesante:  Si usted quiere que las cosas cambien, involúcrese.

En ese sentido, hay puntos muy importantes para tomar en cuenta cuando una persona decide involucrarse no sólo la política partidaria, sino también desde la participación de un/a ciudadano/a que desea cambios sociales y políticos en su país sin asumir posturas partidarias.

Tomé unas notas y aquí las transcribo.  

El periodista Alegret comenzó por hablar sobre cómo se percibe a la República Dominicana desde el extranjero "¿Cómo se percibe desde Washington lo que es la República Dominicana?.

Hay cosas positivas:  

1.  El país tiene una imagen positiva de una economía creciente, en un momento en que los titulares se enfocan en crisis económicas, estoy es muy positivo.

2.  Estabilidad jurídica.  Hay cierta seguridad para empresarios.  República Dominicana es un destino atractivo.  Hasta hace poco tenían un Presidente "business friendly". R.D. tiene una imagen positiva en comparación con otros países centroamericanos.  

Aspectos negativos:

1.  Desigualdades sociales.   Las desigualdades sociales son evidentes.

La inversión en educación es menos del 2% comparado con el resto de la región.   La educación es el futuro del país, para el desarrollo de la sociedad.

2.  Corrupción política, aunque sea "business friendly".

Transparencia Internacional dijo que después de Hatií, República Dominicana es el más corrupto.

Corrupción política por favoritismo político y por desvíos de fondos públicos.

Esta imagen de corrupción fue evidente en la campaña electoral pasada.

Es una realidad, estamos en el Siglo XXI y esto está pasando.

La OEA lo dijo claramente, constató la compra de votos, el uso de propaganda en centros de votación.

Es la doble cara que traslada el país.

Estos dos elementos generan una sensación agridulce.

Por una parte crecimiento y por otra parte corrupción.  Persisten las desigualdades.

Entonces hay dos consecuencias:

1.  Desafección política:  

La desafección disminuye la credibilidad en las instituciones.  Las instituciones no son corruptas.  Son las personas corruptas o no corruptas.  Pero se mancha la imagen de la institución.

A largo plazo se produce la desafección de la democracia.  La gente no cree en el sistema y pasa entonces el populismo democrático, y no tenemos que ir muy lejos para verlo en América Latina.

La gente siente la sensación de que no se solucionan los problemas.  La gente siente desafección por la política y por el sistema y eso es peligroso.

Visité Venezuela cuando Chavez tenía 4 años en el poder.  Hablé con un taxista y me decía:  "Todos roban, pero este por lo menos me ha dado salud, le ha dado trabajo a mi hijo."

Eso es un parche, porque mantiene a la gente contenta, pero a la larga eso no crea ni estabilidad ni crea riquezas.

El Estado no puede sub-financiar servicios públicos constantemente.

Cuatro grandes actores importantes:

1.  Las instituciones que son nuestras, que dependen de los políticos designados o elegidos.

2. Los políticos:  a pesar de la popularidad de algunos, son necesarios, pero tienen imagen de corruptos.  Pero eso es en todas partes, aunque no es normal.  Tienen imagen de minoría privilegiada.

No puede ser que un presidente reciba un regalo o un apartamento de gratis.

Nadie anda regalando así de gratis por el mundo.

Eso contribuye al desprestigio.  Se produce una tendencia preocupante.

3.  La profesionalización de la política.  La tendencia es que hay muchos políticos que su vida es hacer carrera política, encuentran en la política algo para hacer en la vida.  Que sus méritos son su afiliación política.  Entran sin experiencia laboral y olvidan que la política es una delegación temporal de la autoridad.

4.  Partidos políticos.  Contribuyen al desprestigio de los políticos.

Tenemos un caso evidente ahora mismo en el país.  ¿Por qué quiero llegar, para servir o para servirme a mí mismo?  Eso debe preguntarle la sociedad a los políticos.

Los partidos tienen una imagen de cerrados.  ¿De dónde provienen sus recursos? ¿Cuánto cuesta comprar el diseño de un producto?  ¿Qué presupuesto tendría que manejar para una campaña política?

Tiene que haber un mecanismo de control.

Eso pasa en todo el mundo.  En Europa y en Estados Unidos.

Un partido político, en principio, es una organización privada.

Estoy en contra de que no haya control, la sociedad debe preguntar, debe exigir.

Otro punto importante:

La ciudadanía.

La ciudadanía está olvidando el verdadero rol que debe jugar en la democracia.  Los ciudadanos son los amos de la finca.

Si las desigualdades sociales persisten, hay problemas.

Por qué educación sólo recibe el 2%?

Tenemos que buscar la manera de exigir.

Cada uno de ustedes tiene que tener el sentido de cómo exigiremos.  Cada uno debemos asumirlo cada uno, no dejarle al otro.

Todo esto contribuye a la pasividad de los votantes.

Uno tiene el derecho a no votar, pero tiene que estar informado.  ¿Qué alternativas tengo al no votar?

Estar consciente de lo que significa no votar.

Votar en blanco, estoy diciendo que estoy de acuerdo con el sistema pero no me gustan las opciones.

Vender el voto:  Eso es como vender a su madre.

Para que la gente entienda la democracia está en manos de la gente, no de los políticos, la aceptación pasiva de la corrupción.  La gente dice:  "bueno, qué vamos a hacer con la corrupción?  todos lo hacen y si no pago el 2% a fulano no me van a dar el contrato".

Todo esto contribuye a la destrucción del país.

No podemos aceptar la corrupción como algo normal.

Propongo una regeneración de la democracia política.

Un replanteamiento con dos grandes actores:

1.  Políticos, y

2. Ciudadanos.

1.  Políticos.  Tenemos que exigir que tengan una vocación en la gestión pública, que será un mandato temporal.

No nos debemos al partido ni a nadie, sino a mi consciencia, sino dimita, porque no hay cosa más horrorosa que mantenerse fiel, firme, a sus principios.

Tienen que tener un equipo honesto y con consciencia de que es temporal.

La característica de los políticos más valorada por los ciudadanos es la honradez.

Eso es preocupante.

Un político debe ser humilde.  En un mundo de egos, eso es difícil.  Los políticos se alejan de la realidad.  Entran en una burbuja de poder.

Es difícil que un político acepte la critica.

Se le puede criticar y si no le gusta, no sea político.

Pedir perdón:  Es difícil que un político pida perdón.  Son personas, se pueden equivocar.

Pedir perdón no es dejar de asumir las responsabilidades y las consecuencias.

El político dimite cuando tiene consciencia de que el cargo es temporal."