jueves, 22 de agosto de 2013

Hoy en transporte público


No puedo dejar compartir esta experiencia, que como dije ahorita en Twitter, para mí hoy fue una experiencia, pero para la mayoría del pueblo dominicano es el diario vivir.


Por razones ajenas a mi voluntad, estoy a pie, desde ayer y espero que hasta hoy en la tarde,

El asunto es que decidí venir en carro público a mi oficina.

La señora de mi casa me dijo: "Yo la acompaño".  De lo cual me alegré porque no tenía la menor idea de cómo tomar un carro público ni la logística que eso conlleva.  Sí sabía del precio (25 pesos) pero nada más.

Salí de mi casa con zapatos cómodos, jeans y cabellos recogidos, preparándome para el calor y la incomodidad de andar en las aceras (cuando hay aceras) que verdaderamente son un peligro para andar a pie y menos en tacos.

La señora de mi casa y yo nos paramos frente al Bravo de la Churchill.  Eran como las 8am.  Esperamos casi 15 minutos y pasaban carros con un solo espacio disponible o totalmente llenos de personas que iban a sus trabajos.

Le dije a la doña que camináramos hasta Multicentro porque pensaba que ahí podría haber más posibilidades de conseguir carro público porque mucha gente (según veía) se quedaba por ahí.

Tengo que confesar que iba hasta nerviosa, no sé si porque iba a tomar un carro público después de muchísimos años (creo que la última vez tomé un "concho" fue en Santiago cuando yo era chiquita, guay!!) y además porque no sabía como era el "asunto".

Tomamos el carro frente  a Multicentro, pensábamos que íbamos a caber las dos, y al final terminé sentada arriba de la doña,  con la cabeza doblada porque no cabía.

Todas las que íbamos en el carro, éramos mujeres, excepto el chofer.  Nadie habló.  Yo que estaba loca por escuchar comentarios etc, y ni siquiera había radio prendido.

En fin, nos dejaron en nuestro destino y caminamos hasta mi oficina.  Le pagué al chofer y le dije a todas: que tengan un buen día.  Creo que quedaron sorprendidas/os con mi despedida.

Ya rompí el hielo con los carros públicos.  Creo que me puedo defender en esa área.


miércoles, 21 de agosto de 2013

Casarse con los ojos abiertos


Tenía pensado escribir este post desde hace un tiempo, pero hoy luego de escuchar el programa Sólo Para Mujeres, y la exposición tan clara que hizo el Dr. Manuel Olivero sobre los regímenes matrimoniales, y además de tener conversaciones sobre este tema con mis amigos de Smart Coach, tengo algunas cosas que decir sobre si las parejas deben firmar o no un acuerdo pre-matrimonial.


Como bien decía el Dr. Olivero, y me encantó como introdujo el tema, en el matrimonio hay que separar lo que son los sentimientos cuando se habla de los regímenes matrimoniales.  

No hay que mezclar el amor con el dinero.  Más bien, no se debe mezclar el amor con el dinero.  

Hablar sobre el manejo del dinero antes de contraer matrimonio es obligatorio al momento de tomar una decisión tan importante y que impacta la vida del ser humano en todos sus aspectos.

Por eso hablando sobre el tema con mis amigos de Smart Coach he decidido ponerle el nombre a este post:  Casarse con los ojos abiertos.

Si bien es cierto que sugiero que las personas se casen por separación de bienes (el Dr. Olivero decía que prefería el del régimen de la comunidad reducida a los gananciales - es decir, que sólo entra a la comunidad de bienes, los bienes (valga la redundancia) que se produzcan dentro del matrimonio-), lo ideal es que cuando la pareja decida casarse explore cuáles son sus opciones con relación a los regímenes matrimoniales.

Hay que recordar que cuando una persona contrae matrimonio adquiere una serie de derechos y obligaciones que no sólo se limitan a la celebración en sí, a los suegros y suegras, a la familia extendida, sino también que se mezcla, por así decirlo, las finanzas y el patrimonio (activos y pasivos) de cada uno de los contrayentes.

Sugiero que las personas que van a contraer matrimonio conozcan cuáles son las obligaciones que contraen, cuáles son las consecuencias, para que al momento de hacerlo estén claros/as y conscientes sobre ese importante paso.

Hay que preguntar, hay que cuestionar, y aclarar cualquier duda antes de contraer matrimonio, para que en caso de que ocurra un divorcio sepa también cuáles son sus opciones y no lo/la tomen asando batatas.

Por eso y por otras cosas más sugiero que las personas se casen con los ojos abiertos.

Ya antes había tratado este tema en este post.