La reunión anual de la Academia convoca a abogados de todas partes del mundo para compartir experiencias y debatir temas actuales del derecho de familia.
Tuve el privilegio no sólo de escuchar exposiciones y compartir experiencias, sino también de participar como expositora en el Simposio del Convenio de La Haya sobre Restitución de Menores que se llevó a cabo previo a la reunión de la Academia.
En fin, entre debatir temas de familia, sustracción, reubicaciones de menores de edad, divorcios, planificación de patrimonios, y otros temas muy interesantes y que luego continuaré escribiendo, tuve la oportunidad de disfrutar de Buenos Aires como nunca antes lo había hecho.
Por cierto, aproveché también que mi amiga Fabiana era expositora en la reunión de la International Association of Young Lawyers (AIJA), para conocer esa Asociación y escuchar otros temas del derecho de familia como la maternidad subrogada (Fabiana habló sobre ese tema y su experiencia en Argentina), y las uniones de hecho de parejas del mismo sexo.
Esta era la tercera vez que visitaba esa ciudad. La primera vez fue en el año 1997, luego en el 2005 y ahora en el 2013.
No sé si es que fui con una actitud de disfrutar no sólo de la parte académica y la oportunidad de compartir experiencias con colegas que trabajan lo mismo que yo en diferentes países, sino también con la actitud de disfrutar la parte turística que incluía la actividad.
Mi amiga Fabiana Quaini (quien también al igual que yo es miembro de la IAML) me ayudó a prepararme desde antes de mi llegada a la ciudad. El hotel donde me iba a quedar, el transporte que debía tomar del aeropuerto a la ciudad, entre otros detalles que ayudaron a que mi corta estadía en esa ciudad fuera muy provechosa y más económica.
Hice en pocos días lo siguiente: visité los tribunales civiles de la ciudad de Buenos Aires, la Suprema Corte también, fui al teatro a ver la obra "Escenas de la Vida Conyugal" con los actores Ricardo Darín (el de la película El Secreto de sus Ojos) y Valeria Bertuccelli, bajo la dirección de Norma Aleandro. Imagínense... un éxito. Bailé tango! para mí fue una gran experiencia. Estaba en una cena y salieron unos bailarines a bailar su tango y me tocó que me sacaran a bailar (fuimos pocas las agraciadas tengo que decir). Cuando me paré a bailar lo único que le dije al hombre fue: "amigo, lo que yo sé bailar es merengue, así que ya usted sabe!" Me encantó!). Y finalmente, visitamos una estancia en San Antonio de Areco, en donde fuimos recibidos por los gauchos y unas ricas empanadas argentinas y terminamos comiendo un rico asado. Camino a esa estancia (a 2 horas de Buenos Aires aproximadamente) tomé mate, y lo mejor de todo también, monté a caballo.
Visité tres museos, dos de ellos fueron la Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabart y el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA). Buenísimos. Recomendados para las personas que les guste el arte.
Quise visitar también la Casa Rosada, que es la sede del gobierno de la República de Argentina. Me llamó siempre la atención visitarla y en este viaje pude hacerlo. Me pasó algo muy chulo en esa visita. Resulta que el guía iba explicando todo con mucho detalle y destreza la descripción del edificio, y yo le hice algunas preguntas y comparaciones con el Palacio Nacional dominicano. En un momento me preguntó: "Conocés la historia de Argentina?', yo le dije, "no mucho, lo normal, por qué?" y me dijo: "porque hacés buenas preguntas". Yo me reía para mis adentros.
Al final del recorrido, terminamos en un salón donde se encuentran los bustos de todos los expresidentes de Argentina, entre ellos, el busto de Raúl Alfonsín, quien fue muy amigo de mi padre Salvador Jorge Blanco, y coincidieron la época en que ambos fueron gobernantes. Ya al final, ahí le dije al guía, cuando se fue todo el grupo que tomamos el tour, que mi padre había sido Presidente de la República Dominicana. En ese momento, me comenzaron a rodar lágrimas de emoción, porque me acordé mucho de mi papá y de su amistad con Raúl Alfonsín.
Le dije al joven que me excusara, pero que me había emocionado. Él me dijo que para nada, que no importaba. Le dejé mi tarjeta de presentación. Para mi sorpresa, el joven me escribió un correo y me invitó a tomar un café y conversar un poco más conmigo sobre la historia. Le dije que viniera a mi hotel a una hora específica y conversáramos un rato antes de una salida que tenía prevista. Así lo hizo. Fue a mi hotel y tuvo el amable gesto de llevarme un libro de su biblioteca de regalo. Me llevó el libro: "Misteriosa Buenos Aires" de Manuel Mujica Lainez, para que conozca un poco más de la historia de esa bella ciudad. Volví a llorar de emoción.
Este ha sido uno de los mejores viajes que he hecho en mi vida. Algunos tips: pagar siempre en efectivo en pesos argentinos (si usas tarjeta te cobran creo que un 20% más de lo que consumas), cambiar dinero "en la calle" (averiguar el cambio primero para que no los engañen), la ropa no es barata, sí aprovechar para comprar carteras o cueros, y comer rico y bueno. Encontré que los precios de la comida estaban bastante asequibles, o sea, los precios muy parecidos a los de aquí pero con una calidad superior, es más, yo diría que en algunos lugares los precios más baratos que aquí. Claro, depende donde uno vaya, pero donde quiera se conseguía una buena calidad. Ah! que no se me olviden los alfajores, el dulce de leche... ufff...
En fin, una maravilla. Qué agradecida me siento de haber podido tener la oportunidad de realizar este viaje. Qué maravilla compartir con colegas de diferentes países sobre su práctica del derecho de familia. Seguiré escribiendo sobre los temas debatidos en las conferencias.
Aquí les dejo algunas fotos del viaje y un post que había publicado sobre una entrevista que le había hecho a Fabiana.
Querida Dilia: Acabo de leer tu post. Me siento muy orgulloso de ti. Me alegra la experiencia vivida por ti en Argentina. Te quiero mucho, Orlando.
ResponderEliminarDespues de esa declaracion de amor de OJM, no caben preguntas Magistradas!!! Yo te admiro tanto, Dilia querida!
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